Un lugar para poder atender a los leprosos era una necesidad imperante en Manizales. Por eso, se buscaba un sitio seguro para poder tratar a estos pacientes.
Entre los principales establecimientos médicos de Manizales sobresalen el Hospital de Caldas, el Hospital Infantil, el Hospital Departamental Santa Sofía y el Hospital –ahora general, antes geriátrico- San Isidro, entre otras clínicas de largo aliento. Además, hay un enorme antecedente: una buena cuota de los gobernadores de Caldas y alcaldes de Manizales decidieron, antes de la administración pública, la medicina.