La voz de los lectores ha sido esencial desde el primer número de LA PATRIA. En la sección ‘La voz de todos’, en abril de 1933, titularon:
“Las Empresas Municipales Telefónica y Eléctrica siguen siendo un fracaso” y agregaron: “Se necesitan dos hombres que sean verdaderamente técnicos”.
Va de esta manera:
“No es de lamentar el mal servicio telefónico porque el señor Orozco Patiño, hombre sin conocimiento en este ramo, no ha acudido a arreglar los protectores, los relay, los conmutadores y la turbogeneradora y los cables de forro de algodón con los que conducen los mil quinientos pares de cablecitos que señalas las comunicaciones de los abonados y se encarga de suministrarle la corriente al piloto de aviso”.